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Lic. Clelia Reboredo

Ecolalia en los TEA.


Cuando hablamos de ecolalia como un trastorno del habla; nos referimos a la repetición, reiterada y persistente por parte del niño de frases completas o en partes o bien palabras sueltas que ha escuchado de si mismo o de otras personas.

La ecolalia puede ser “inmediata” (la repetición se produce inmediatamente después de haber escuchado una palabra o frase) o “demorada o diferida” (la repetición puede producirse, segundos, minutos o hasta años después de escuchada la palabra o frase). Así mismo, la repetición puede ser algo que le hayan dicho a él directamente, o algo que haya escuchado decir a terceros o algo que haya escuchado en la radio o en la TV, también pueden extractos de canciones, películas, programas, frases publicitarias, etc. Por otro lado, estas repeticiones pueden ser exactas, esto quiere decir que el niño repite todo el modelo escuchado incluyendo la entonación, el ritmo y la velocidad con que fue dicho; o solo una parte de lo que ha escuchado (en general, la última parte). Es posible también de que el niño introduzca algunas variaciones y esto lo conocemos como ecolalia “mitigada o expandida”, Esta última forma de ecolalia nos indica que el niño tiene cierta habilidad para desarrollar un sistema lingüístico más creativo, flexible, productivo y con cierta espontaneidad. Según distintas investigaciones, la ecolalia manifiesta un déficit en la comprensión del lenguaje así como también en las estrategias necesarias para responder con eficacia a las demandas verbales que el entorno le hace al niño. De esta manera, es común encontrar a niños verbales con TEA con este tipo de trastornos del habla, así como en otros trastornos donde está afectada la comunicación y el lenguaje. No obstante la ecolalia no es privativa del autismo, también aparece en niños muy pequeños con otros trastornos o también con desarrollo neurotípico (ecolalia evolutiva) cuando empiezan a desarrollar lenguaje verbal y aun no comprenden el conjunto de lo que escuchan; por lo tanto dejan afuera aquellas emisiones que no comprenden totalmente, utilizando solo el eco como estrategia de ajuste para la adquisición del lenguaje. En este breve periodo evolutivo; el niño repite lo que aún no comprende totalmente, pero esta por comprender. Alrededor de los dos años y medio el niño pequeño ha adquirido suficientes competencias para procesar toda la información, darle un significado e integrarlo, de modo que desaparece la ecolalia evolutiva y aparece un lenguaje flexible, espontaneo y creativo.

Volviendo a los niños con TEA, la ecolalia se presenta con bastante frecuencia y su durabilidad en el tiempo es mayor, probablemente porque muchos de ellos no tengan las competencias suficientes para desarrollar un lenguaje creativo y espontaneo. Por otro lado, sabemos que el estilo de aprendizaje de las personas con autismo es gestáltico, por lo tanto este modelo de procesamiento global dificultara la decodificación del lenguaje en unidades, asociando el niño las frases que escucha como un todo, a situaciones concretas. Otros de los factores que explican y sustentan la ecolalia en el autismo, son los déficit en la atención conjunta, la imitación y la comprensión de los contextos en cuanto el reconocimiento de la información relevante e irrelevante (Schuler- Prizant, 1985). No obstante, sabemos que la ecolalia es un buen pronóstico de la adquisición futura del lenguaje, ya que nos deja entre-ver que el niño está por lo menos interviniendo en un proceso de comunicación verbal, pero para que la ecolalia sea un verdadero proceso de comunicación intencional, no solo debe ser un eco, es decir una repetición automática, sino que debe ser adecuado al contexto. Por lo tanto según como el niño utilice la ecolalia, la podemos dividir en funcional (cuando la emisión automática manifiesta una intención comunicativa de pedir, protestar, responder, comentar, etc.); o no funcional (cuando el eco automático no tiene carácter interactivo y es utilizada solamente como autorregulación de una acción o una conducta). Así mismo hemos observado que en la medida que el niño aumente sus competencias lingüísticas, las ecolalias irán disminuyendo en intensidad y frecuencia. Por lo tanto, es fundamental acompañar al niño y su familia con apoyos y estrategias adecuadas para el mejoramiento de sus habilidades tanto lingüísticas como comunicativas.

Guía para Padres y Profesionales:

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